Capítulo 174 ¿Qué estás haciendo en mi cama?

No había palabra que describiera lo exasperada que se sentía Camila en ese momento y no importaba cuánto se esforzaba en controlar el latido de su corazón, su cuerpo respondía de manera incontrolable ante las pequeñas provocaciones de Elías; fue ese aroma familiar lo que la hizo bajar la guardia poco a poco. Para añadir a su incapacidad de hacer algo, Elías no la dejó de seducir con sus palabras. —Mi buena Cami, por favor llámame, tío Elías, ¿está bien? Buena chica. —Él le hablaba como si estuviera persuadiendo a una jovencita y su tono era increíblemente atractivo. Tan pronto como sus miradas se fijaron, ella sintió que todo su mundo se había colapsado y era como si él se hubiera convertido en su todo.