Camila esquivó antes de que ese hombre pudiera tocarla con su mano.
Levantó la cabeza y su mirada era extrañamente tranquila. Parecía tan serena que generaba una inexplicable ansiedad. Elías frunció el ceño mientras la observaba en silencio. En ese instante, todo a su alrededor parecía congelarse y había una atmósfera indescriptible en el espacio.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread