El aire se congeló de repente. Las expresiones de Doroteo y Hermenegildo estaban congeladas, como si no hubieran escuchado lo que Alejandro acababa de decir.
—¿Qué... qué has dicho? —Hermenegildo logró reaccionar primero. Su expresión cambió y preguntó ansioso—: ¿Qué has dicho? ¿Qué pasó con Leandro? ¿Qué le ha pasado?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread