—Esta chica tonta, ¿por qué está tan nerviosa? No me la comeré. —Nicandro no estaba seguro de quién se comería a quién si esto seguía así.
Recogió los archivos y salió corriendo detrás de Yuridia. Yuridia ya había tomado el ascensor hasta el estacionamiento con Gertrudis. En el estacionamiento del sótano.
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