Capítulo 97 Limpieza

Esa bofetada hizo que Federico y el resto quisieran hacer su movimiento. Pero no se atrevieron porque estaban rodeados por treinta lobos. Federico sabía muy bien que, si hacían cualquier movimiento, entonces ninguno de ellos saldría de ahí de una buena pieza. Así que Vicente tenía que sufrir esta humillación. Las cinco marcas rojas y brillantes de los dedos en su cara hicieron que Vicente abriera los ojos. Nunca pensó que se enfrentaría a tal humillación después de volver a Duriana. Quería vengarse e incluso quería matar a Jonás. Pero ahora no podía moverse.