Capítulo 86 Venganza

—Víctor, ¡eres increíble! Con un yerno tan impresionante, ¡no es de extrañar que te hayas vuelto tan audaz! —Vicente rio con frialdad—. Papá no ha salido así por tu culpa y los Lascuráin no han sido destruidos por ti. ¡Yo te creo! ¡Claro que te creo! —Luego miró fijamente a Nicandro. El asesinato en sus ojos no disminuyó, sino que en realidad había aumentado. Después de mirar fijamente a Nicandro durante varios segundos, Vicente al final apretó los dientes y saltó sobre un pie. Nicandro se acercó para ayudar a Víctor a sentarse de nuevo en la silla de ruedas. Susana y Yuridia corrieron a la habitación para tomar el botiquín de primeros auxilios y se ocuparon de las heridas de Víctor. Susana estaba a punto de llorar del dolor de su corazón.