Capítulo 221 Gracias a Dios por Marcelo
Mientras tanto, en el Hospital Universitario de Navelia, Santiago yacía en la mesa de operaciones de la sala de urgencias, cubierto de sangre. Ocho expertos quirúrgicos trabajaban en perfecta coordinación, intentando sacarlo de las garras de la muerte. Lo crucial en aquel momento era detener la hemorragia. Había sufrido un traumatismo craneal y su consciencia era ya incierta. Los doctores le llamaban, pero él no reaccionaba. Todos los doctores estaban en un estado de extrema tensión mientras corrían contrarreloj.
—Melinda...
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