Capítulo 213 Está en Navelia
El avión que volaba en el cielo a una altitud de veinte mil metros estaba bañado en un magnífico resplandor por encima de las nubes, creando una vista encantadora. Sentados en este mismo lugar, Santiago y Melinda habían disfrutado una vez de esta hermosa vista codo con codo.
Mientras los profundos ojos del hombre miraban por la ventana, una fría oleada de emoción le inundó el pecho. La voz de Melinda, melodiosa como campanillas de plata, parecía quedarse grabada en sus recuerdos...
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