Capítulo 71 No me arrepiento de nada

La verdad era que hacía mucho tiempo que no salía y hacía mucho tiempo que no frecuentaba un bar. Hacía mucho tiempo que no se divertía. Y hacía poco más de una semana que no podía echar un polvo con Natalie. Xander extrañaba su antigua vida de libertinaje, extrañaba divertirse con las personas, pero lo que más extrañaba era la compañía picante de cierto tipo de personas. Quizás estaba a punto de cometer un grave error, pero ya no había forma de dar marcha atrás. Sin embargo, antes de ingresar al bar, tuvo un momento de reflexión; aun así, no fue suficiente para detenerlo. El lugar estaba atiborrado de personas; algunas ocupaban mesas y otras se encontraban en la pequeña pista de baile. La música resonaba fuerte, ocasionando que las personas en la pista se movieran al compás del ritmo, restregándose entre sí, riendo y hablando a gritos, pero nada de eso le llamó la atención porque alguien ya había ganado su interés y ese alguien se encontraba en la barra. Que rápido volvían a emerger esos viejos hábitos que al parecer aún estaban muy arraigados a su personalidad y Xander se dejó guiar por lo que sentía, por lo que intuía llegaría después. Sintió ese impulso efervescente aflorar dentro de sí, esa sensación de burbujeo que se expandía por cada recoveco de su cuerpo y que tomaba control de sí sin que él lo pudiera evitar. Se sentía, de pronto, un hombre libre, como si nunca lo hubiera dejado de ser. Y es que Xander nunca se sintió prisionero de nada ni nada. Él era libre.