Eunice tampoco pudo contar con Edward para salvarla, ya que éste bajó la vista a propósito para evitar mirarla. Al momento siguiente, se oyó un gran chapoteo al caer en la piscina del balcón.
Aunque ya era primavera, el tiempo seguía siendo bastante frío, por no hablar de lo fría que estaría el agua. Nicholas se limitó a quedarse quieto y mirarla con desdén mientras Eunice se sobresaltaba por lo fría que estaba el agua.
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