—Así es. Hay muchos pacientes cuyas condiciones empeoran debido a sus intensas emociones —respondió la enfermera, asintiendo a las palabras de Tessa después de darse cuenta de lo que esta intentaba hacer. Amber se sorprendió al escuchar lo que dijo la enfermera, así que se calmó de inmediato y mantuvo la boca cerrada después de eso.
Tessa soltó un suspiro de alivio al ver que Amber por fin se había calmado un poco. «Por fin he encontrado la forma de mantenerla bajo control», pensó Tessa. La criada de la habitación tenía una expresión de admiración en el rostro mientras miraba a Tessa. Después de todo, Amber era difícil de tratar; la criada lo sabía, ya que llevaba unos días cuidando de ella. Tessa podía sentir que la criada la miraba, y Tessa sabía que la criada de seguro había tenido que lidiar con el mal genio de Amber durante los últimos días.
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