—¡Ja! —Nicholas dejó escapar una mueca de desprecio—. En ese caso, dimitiré de mi cargo de presidente. De todos modos, no es que me importe mucho este trabajo. Así, el abuelo no tendrá que seguir enojado, y yo podré hacer lo que quiera sin tener que cargar con mi familia —respondió. Con eso, se dio la vuelta y se marchó enseguida.
Esa misma noche, Nicholas se fue al extranjero con Gregory. Tobias se quedó atónito cuando se enteró de la noticia. No esperaba que fuera tan resuelto y decidido. Claro, tampoco pudo ocultárselo a Remus.
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