Capítulo 1123 Cada secuestro tiene su propósito
«No. No puedo quedarme aquí sentada viendo cómo empeoran las cosas», pensó Wanda con toda seriedad. Pensando en ello, de inmediato hizo un gesto a su ayudante y le susurró: —Esta noche, ve a la mansión y....
Cuando se hizo de noche, el ayudante de Wanda llegó a la mansión por las afueras. En el sótano, el periodista yacía en el suelo sin vida cuando oyó pasos. Se levantó a toda prisa y se sentó derecho.
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