Wanda miró con timidez a Nicholas cuando oyó lo que le decía su abuelo. Por supuesto, él se dio cuenta de su mirada y frunció más el ceño.
—Es usted demasiado modesto, señor Muller. En realidad, la señorita Muller sigue siendo muy capaz, y creo que si se concentra más en su trabajo, puede hacerlo aún mejor.
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