Capítulo 819 No morirás
Lucas movió la cabeza y lanzó una mirada a Abel. Abel forcejeaba en el asiento trasero. Logró ponerse de rodillas. La tenue luz apenas iluminaba su rostro, contorsionado por el dolor. Parecía un demonio que había ascendido del infierno.
El rostro de Lucas palideció por el susto. Si Abel lograba liberarse y abalanzarse sobre Lucas, ¡un accidente automovilístico fatal sería inevitable! Para llegar a Villa Macadamia tan pronto como pudo, Lucas había tomado la autopista interurbana.
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