Capítulo 156 Alana y tú son cómplices
Benjamín arrancó el auto y condujeron directo al centro comercial. Benjamín se apresuró a entrar a la tienda y compró una buena cantidad de suplementos nutricionales, luego caminó con las dos manos ocupadas hasta el auto. Cuando el auto dobló la curva, se dirigió hacia la guardería. En el asiento trasero se habían instalado sillas para niños. Benjamín levantó a los trillizos de uno en uno y los aseguró en sus respectivos asientos.
—¡Vamos a asegurarnos, niños!
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