—¡Pequeño rufián! —Luis saltó de su asiento, listo para abalanzarse sobre Emmanuel—. ¿Cómo te atreves a aparecer por aquí? ¿No le has causado suficientes problemas a Abel?
—¿Así que tú eres el pequeño alborotador? —Óscar entrecerró los ojos hacia Emmanuel en señal de advertencia—. ¿La persona que por sí sola manchó y empañó el buen nombre de mi familia?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread