Capítulo 1924 Cómo desapareció de repente
Sherlyn y los demás se fueron despreocupados porque no les importaba en absoluto Leandro. Para ellos, no era más que una hormiga en el suelo. Fermín era joven, así que era comprensible que estuviera molesto después de que Leandro lo regañara. Por eso esperó a Leandro.
—Mi familia siempre me ha recordado que no debo ensuciar ninguna otra región de Erudia porque sería problemático lidiar con las consecuencias. Sin embargo, ahora estamos en la Isla Puerto Dorado, ¡y este es mi territorio! Mira cómo te pongo de rodillas —murmuró Fermín antes de hacer algún movimiento.
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