Capítulo 3801 Matar y robar

Leandro no rechazó la sugerencia de Chantal. Por supuesto, no necesitaba que nadie cuidara de él. En cambio, pensaba averiguar más información de esas personas. Por otra parte, Chantal tenía dos razones para hacer aquella sugerencia. Una era porque estaba interesada en las hierbas mágicas que tenía Leandro, y otra era porque su equipo había sufrido heridas de diversa gravedad a manos de las bestias. Las bestias de la Zona Restringida Silenciosa eran poderosas y feroces, en especial las que estaban cerca de las leyes del dragón. Eran criaturas a las que su equipo no podría enfrentarse solo. A pesar de parecer un novato del reino mundano, Leandro salió ileso, incluso si se trataba solo de su suerte, sería bueno mantenerlo de su lado. Al menos, tenerlo con ellos significaría tener otra mano amiga. Si resultaba inútil, aún podrían utilizarlo como cebo.