Capítulo 928 El que encarceló a mi madre
Eloísa no pudo evitar darle la razón a Zamira, en cuanto a que su hijo era impulsivo. «Me alegro de que mi hijo sea capaz, pero tiene que aprender a elegir sus peleas».
—Ahora que la lápida ha sido destruida, aunque me quede nada cambiara. ¡Salgamos de aquí antes de que llegue El Líder de Ciudad Mirra!
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