Tanto Iris como Zamira empezaron a sudar frío cuando vieron a Leandro pagando al tirano local con su propia moneda. «¿Está tratando de agravar la situación?».
Zamira sabía que Leandro era bueno peleando, pero dudaba que pudiera pelear contra trescientas personas.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread