Capítulo 392 Reputación

La reputación de Sebastián era enorme. La parte cruel de esa reputación estaba ligada a los Guardias Ébano y Marfil. Esos eran los maestros de la crueldad. Se rumoreaba que se habían criado con lobos y que comían carne cruda todos los días. Habían derrotado sin ayuda de nadie a un ejército de doscientos soldados, de ahí su salto a la fama. Más tarde se habían apuntado a un torneo de boxeo clandestino, pero eran tan crueles que habían sido descalificados. Se contaba que, durante un combate, uno de ellos le había arrancado una costilla a su oponente y la había utilizado para apuñalarlo hasta la muerte.