Bai se sorprendió de lo ignorante que era la señora Tang.
―No sabes de lo que estás hablando, perra. Traer a tu hijo aquí no va a hacer una diferencia. ¡Todavía tienes que disculparte con el maestro Qin!
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread