Capítulo 41 Un cambio drástico

Las palabras del director Kang dejaron a Feng atónito, quien cayó al suelo con la cara pálida como la de un muerto tras haberse esforzado a sobremanera por mantener las acciones del restaurante Heshun. Al principio el restaurante tenía unos pocos clientes y, de hecho, el restaurante recién comenzaba a obtener ganancias. Nadie hubiera pensado que este desafortunado evento ocurriría. Feng había invertido en ese restaurante para facilitar su retiro, pero al final terminaría de esta manera, con la empresa comprada a bajo precio. Era una pérdida puesto que el dinero que ganaría vendiendo el restaurante era incomparable a sus acciones del 30 %; estaba casi sin aliento y su cara se puso roja de furia ya que su mina de oro ya no le pertenecía.