Capítulo 204 Doscientos treinta mil

Zheng Xin se dirigía a la mesa contigua a la suya hablando muy alto. ¿No debería poder solventar lo mismo que esa campesina de Ye Wan'er? Ding Mingliang se enfurruñó, pero no la detuvo. Después de todo, si ya iba a gastar veinte mil, sería un desperdicio total de dinero si ordenaban muy poco, y aunque la langosta y el foie gras eran caros, como máximo costaban un par de cientos por platillo. Después de que Zheng Xin ordenara, el mesero le preguntó: