Capítulo 10 Ganando la subasta
La mayoría de las personas a su alrededor interactuaron y comenzaron a hablar sobre ellos una vez que ya estaban sentados. Qin Jun tenía oídos agudos y podía escuchar ciertas cosas que decían.
—¿Quiénes son esos dos? ¿Por qué están sentados aquí?
—¡No me lo esperaba! Pensé que el asiento estaba reservado para el señor Sun, ¿por qué están sentados aquí?
—Creo que conozco a la mujer. Parece ser la señorita de la familia Zhu.
—¿La familia Zhu? Ja, ja, ja, ¿desde cuándo están calificados para sentarse con nosotros?
Qin Jun se volteó y miró al hombre que había pronunciado semejantes palabras. Era un apuesto joven con una compostura suave pero sus ojos estaban llenos de arrogancia.
—¿Quién es él? —preguntó Qin Jun.
Zhu Linlin echó un vistazo y volteó.
—Deja de mirarlo, Jun. ¡Es el segundo joven amo de la familia Qi, Qi Xian!
Qin Jun giró su cabeza, pero sus ojos seguían lanzando una mirada fría.
—La subasta está por comenzar —dijo Qi Xian.
—Nosotros, la familia Qi, pondremos nuestras manos en todos los proyectos farmacéuticos del Grupo Xuanyuan y cualquiera que quiera mejorar nuestra oferta es nuestro enemigo.
Qi Xian siguió haciendo gala de su arrogancia, pero todos permanecieron en silencio y no pronunciaron palabra alguna. Nadie se atrevió a ofender a la familia Qi. Aunque el Grupo Xuanyuan era un conglomerado con una diversa cartera, su negocio farmacéutico era su principal enfoque. La manera en la que la familia Qi declaró abiertamente que ganarían todos los proyectos demostraba que estaban llenos de confianza. Zhu Linlin frunció el ceño al escuchar lo que dijo.
— ¿Te gustaría ganar los proyectos farmacéuticos del Grupo Xuanyuan, Linlin? —preguntó Qin Jun.
Zhu Linlin asintió.
—Por supuesto.
—Está bien, los reservaré para ti.
Zhu Linlin estaba atónita al escucharlo. «¿Los reservarás para mí?», pensó sacudiendo su cabeza con incredulidad. «Jun ama hacer bromas hoy en día.»
¿Cuál es el origen de la familia Meng? Es una familia importante pero no solo en Donghai, puesto que era la familia más rica de toda la provincia y ocupaban la décima posición del ranking nacional. Las tres familias más importantes tenían que tratar a la familia Meng con respeto y ni siquiera ellos no eran dignos de hablar con los Meng. ¿Qué más podía hacer un hombre sin poder como Qin Jun? Sin duda alguna la familia Qi era arrogante pero no había nada que Zhu Linlin pudiera hacer al respecto.
Al fin comenzó la ceremonia. Meng Wengang subió al estrado y dio su discurso. Como el Grupo Xuanyuan llevaba el apellido Meng, casi todas las personas importantes de Donghai estaban aquí para ser testigos de la ceremonia de inauguración; el señor Sun también se subió al estrado y dio su discurso, justo después de Meng Wengang.
La hora de pujar por fin llegó. Zhu Linlin había estado sosteniendo el documento para la subasta, pero no llenó el formulario. No tenía confianza y no tenía la suficiente valentía como para hacerlo. Si una poderosa familia como la familia Qi había dejado claro que ganaría todos los proyectos, ¿qué podría hacer Zhu Linlin? Incluso si estuviera cerca la familia Zhu, no tendrían ninguna posibilidad. Hasta podrían perder su posición en Donghai si ofendían a la familia Qin. Además, aun si hubiera llenado el formulario, era muy probable que no lo lograría. ¿Por qué un conglomerado como Grupo Xuanyuan optaría por una pequeña compañía farmacéutica como la suya?
«Olvídalo. Estoy contenta de solo haber logrado entrar y hacer lo mejor que pude para aprender un par de cosas sobre el proceso de subasta.»
Ver a Zhu Linlin suspirar con desilusión hizo que Qin Jun sacudiera la cabeza, tomara el documento para la puja y escribiera un precio.
—¿Qué estás haciendo, Jun? Tú…
Zhu Linlin sacudió su cabeza con impotencia. «Si Jun quiere seguirles el juego, lo dejaré hacerlo. No importa lo que escribamos, no lo vamos a conseguir. Oh bueno, será una buena experiencia para él.»
Después de un par de minutos, todos entregaron sus documentos para la subasta. Meng Wengang subió al estrado una vez más para anunciar los resultados. Qi Xian sonrió con confianza. Nadie en Donghai se atrevería a competir contra ellos. La familia Qi debe tener un gran trozo del pastel del Grupo Xuanyuan; en cuanto al resto, podían repartirse las sobras entre ellos. Meng Wengang empezó anunciando en el estrado.
—Para los proyectos farmacéuticos de Grupo Xuanyuan, el ganador de la subasta es… Farmacéutica Wenhe.
¡Vaya! De pronto todo el salón quedó en silencio. Todos estaban impactados con los resultados.
—¿Farmacéutica Wenhe? ¿Qué compañía es esa? ¿Cómo es que nunca había escuchado sobre ella antes?
—¿Pertenece a la familia Qi, Shu o Hua?
Los invitados en la sala estaban preguntándose los unos a los otros ya que no habían oído hablar de esta pequeña compañía antes. Zhu Linlin no daba crédito a lo que oía. Ella… ¿Ella ganó la subasta? ¿Todos los proyectos farmacéuticos? La farmacéutica era el punto fuerte de los negocios del Grupo Xuanyuan ya que la mayor parte de la inversión se destinaba al negocio farmacéutico, aunque era un conglomerado diversificado. «¿Eso quiere decir que cerca de la mitad de los 5 mil millones de capital inicial serían entregados a Farmacéutica Wenhe?» Zhu Linlin estaba asombrada por completo. «¿Por qué los escogería el Grupo Meng?»
—Jun, ¿qué escribiste en el documento para la subasta?
—4.9 mil millones —dijo Qin Jun.
Zhu Linlin casi se desmayó.
—¿Estás loco, Jun? Xuanyuan tenía un capital inicial de 5 mil millones ¿Y tú presupuestaste 4,9 mil millones? ¿Quién aceptaría un trato tan descabellado?
Cuando hacen su oferta del precio de la subasta, optan por el precio más bajo y a veces incluso más bajo que el coste inicial, mientras que Qin Jun fue por un precio altísimo.
—Bueno, aún les quedan mil millones; además, tú ganaste —dijo Qin Jun.
Zhu Linlin estaba sin palabras. Qin Jun tenía razón, ella había ganado la subasta a fin de cuentas. ¡4,9 mil millones en proyectos! ¡Imagina las ganancias de todo eso! Era como recoger dinero sin reclamar de la calle, era casi un sueño. Después continuaron anunciando otros proyectos así que Qin Jun y Zhun Linlin se levantaron, aun si ella todavía no se recuperaba de la conmoción. Antes de esto, no tenía la oportunidad de asistir a la ceremonia de inauguración y ahora había ganado 4,9 mil millones en proyectos del Grupo Xuanyuan. ¡Qué giro de eventos! Justo cuando estaban por irse, un hombre de compostura suave se paró frente a ellos. Era Qi Xian, cuya expresión fue sombría al ver a Zhu Linlin.
—¿Tú eres la señorita de la familia Zhu? Sí que tienes las agallas de robar proyectos de la familia Qi. ¿Crees que puedes salir de aquí en una pieza?
De pronto el rostro de Zhu Linlin cambió tras recordar a la familia Qi.
—Joven amo Qi, fue decisión de la familia Meng, así que no tiene nada que ver conmigo.
Qi Xian dejó escapar una risa de manera fría.
—¿Nada que ver contigo? Si supieras tu lugar, no habrías enviado el documento para la subasta. Creo que la familia Qi te ha tratado demasiado bien en el pasado, ¿no?
Zhu Linlin se sintió amenazada y de repente comenzó a temerle. Qin Jun caminó hacia adelante, para proteger a Zhu Linlin de este hombre; entonces miró a Qi Xian y se mofó:
—La familia Qi es muy poderosa, ¿no?
Qi Xian desvió su atención hacia Qin Jun, que aún era un completo extraño.
—¿Quién eres?
—Mi apellido es Qin de la familia Qin —dijo.
—¿Familia Qin? Nunca he escuchado hablar de ellos antes.
—Hace diez años, la familia Qi no era nada más que un perro de la familia Qin. ¿Ahora estás diciendo que nunca has escuchado el nombre de la familia que solía ser tu dueño? —espetó Qin Jun.