Capítulo 347 Remordimiento

Qin Jun era un médico muy hábil, pero, a pesar de que no hubiera duda de que tenía grandes habilidades para el kung fu, a veces era más hábil con una aguja que con un bate. Las agujas que les clavó a las tres chicas parecían haber perforado el punto más doloroso de sus cuerpos, a tal punto que se revolcaron en el suelo de dolor durante mucho tiempo. Después de un rato, Liu Pingping y las chicas por fin se calmaron, tenían los rostros pálidos y llenos de sudor frío, ni siquiera les importaba que el polvo que tenían en sus frentes y mejillas se hubiera mezclado con el sudor y las hubiera hecho parecer unas miserables lodosas. Liu Pingping se retorció y trató de desplazarse pero no podía mover las piernas para nada.