Capítulo 2 La técnica de la Copa Corredora
¿Respira? Todos voltearon a ver el respirador. ¡Realmente está respirando!
Cuando los doctores llegaron, los signos vitales del anciano señor Zhu se habían deteriorado tanto que apenas respiraba, su corazón incluso debería haberse detenido para ese entonces ya que se había perdido más tiempo cuando salieron a notificar a su familia. Sin embargo, ¿estaba respirando de nuevo gracias a que Qin Jun había hecho una simple presión en el pecho? Todos los presentes estaban atónitos y nadie se atrevía a acercarse. Como se suele decir: «un profesional puede diferir de la verdad tan pronto como se pone a trabajar».
El movimiento de acupresión parecía sencillo, pero en realidad requirió un alto nivel de conocimientos médicos y contar con cierta fortaleza física para realizarlo. Una persona común y corriente no podría hacer tal hazaña, ni siquiera los médicos de MTC que estaban ahí de pie. Qin Jun se giró, miró con frialdad a Liu Bufan y dijo:
—Los incompetentes simplemente deberían callarse mientras salvo la vida de alguien.
—¡Tú…! —Liu Bufan estaba furioso. ¿Incompetente? Era el jefe de médicos; sin embargo, Qin Jun lo acababa de llamar incompetente.
Zhu Yong entró a la sala antes de que Liu Bufan pudiera hablar y dijo con desdén:
—Doctor Liu, este joven está tratando a mi padre. Será mejor que no interrumpa.
Liu Bufan mantuvo la boca cerrada al escuchar las amenazantes palabras de Zhu Yong y apretó los puños al ver a Qin Jun.
—Está bien. Pero cuando no logres salvarlo, ¡serás el único responsable!
Con Qin Jun realizando acupresión con ambos dedos, se estabilizó la respiración del anciano señor Zhu. Entonces abrió la bolsa que llevaba consigo y sacó un contenedor de cristal transparente y un par de fórceps. Le prendió fuego a una bola de algodón con alcohol y la puso de inmediato dentro de la copa de cristal antes de retirarla, volteó la copa y la colocó sobre el lado izquierdo del tórax del paciente.
¿Terapia de ventosas con fuego?
En la comunidad china, la terapia de ventosas era una práctica común. Incluso las saunas contaban con personas que la realizaran con fines terapéuticos, mucho menos un hospital. Era solo para mantenerse saludable y ese método era poco efectivo en el tratamiento de enfermos, especialmente en el de aquellos con enfermedades graves.
—¡Qué disparates! —Se burló Liu Bufan en voz baja. «Ni las cirugías de la medicina occidental podrían curarlo, ¿qué podrías hacer con las ventosas?».
Las ventosas de cristal permanecieron un par de segundos en el tórax del paciente. Después, Qin Jun aflojó lentamente el agarre de su mano de derecha. ¡Se comenzó a formar vapor dentro de la ventosa de cristal! ¡La ventosa empezó a moverse sobre el cuerpo del paciente de inmediato! La copa con fuego se estaba “moviendo” sola, sin fuerza externa, sobre el cuerpo del paciente, dejando a todos boquiabiertos.
—Esto es…
—¿La técnica de la Copa Corredora?
Desde la antigüedad, existen diversos métodos usados por los médicos de MTC para tratar enfermedades, entre las prácticas que debían aprender estaban la terapia de ventosas con fuego, la acupuntura y los masajes médicos tradicionales. Se sabía poco de la terapia de ventosas con fuego debido a que los antiguos textos estaban incompletos. La mayoría de los médicos de MTC se enfocaban en la investigación de acupuntura y farmacología china.
Una técnica de tan alto nivel como la de la Copa Corredora era una simple leyenda para ellos, puesto que los expertos apenas tenían una idea de cómo funcionaba. El acto de acupresión había impresionado a los doctores y los dejó sin palabras mientras miraban en silencio al hombre que llevaba a cabo el tratamiento. Y finalmente, al ver la terapia de ventosas, el reverencial público contuvo su aliento por temor a interrumpir al joven. La copa se movió con lentitud y en direcciones irregulares sobre el cuerpo del paciente; luego, Qin Jun tomó un pequeño rollo de bolsa de tela y lo desenvolvió, revelando una hilera de agujas de plata. Con rapidez escogió tres agujas, las sostuvo entre los dedos de su mano derecha y, tras un movimiento de muñeca, las agujas aterrizaron rápidamente perforando con gran precisión los puntos de acupuntura.
—¡Qué habilidades de acupuntura tan asombrosas!
Muchos factores determinaban la efectividad de la acupuntura como la misma aguja, la fuerza, la precisión y la velocidad. Considerando que era una emergencia, la acupuntura que realizó Qin Jun fue ágil y concisa.
Los médicos de MTC presentes entendían bien el concepto, pero no podrían lograr el mismo efecto que Qin Jun aun si quisieran ponerlo en práctica, especialmente cuando el joven lo hacía ver sencillo. ¡Una, dos, tres, cuatro, cinco agujas! Después de usar cinco agujas, la ventosa con fuego se detuvo.
Cof, cof…
El anciano señor Zhu comenzó a toser de repente. Al mismo tiempo, la enfermera que estuvo monitoreando todo el tiempo su condición, gritó:
—¡Su ritmo cardíaco volvió a la normalidad!
Todos echaron un vistazo. ¡Realmente había vuelto a la normalidad! Los ojos de los médicos de MTC se abrieron de par en par.
—¡Las Cinco Agujas del Yin y el Yang! ¡Estas son las Cinco Agujas que hablan los libros!
La terapia de la Copa Corredora y las Cinco Agujas del Yin y el Yang: ¡qué habilidades tan sorprendentes! Los doctores de edad avanzada se paralizaron del asombro. Nunca esperaron ser testigos de semejante milagro y mucho menos de un doctor tan joven y hasta un jovenzuelo también merece respecto.
Qin Jun quitó las agujas, apartó la ventosa y las frotó con tela blanca de su bolsa.
—El anciano señor Zhu está a salvo; sin embargo, aún tomará tiempo tratar la enfermedad de raíz. —Se volteó a uno de los doctores y dijo—: Yo haré la prescripción de su medicamento. Tome nota mientras yo los menciono.
—Está bien, está bien. Continúe. —Ese doctor era un reconocido médico de MTC, pero no se quejó que el joven lo trató como asistente; en cambio, lo escuchó con respeto.
—Tres qianes de raíz de flor de vellón, dos qianes de semillas de mostaza, cinco qianes de belladona negra… —Después de listar la prescripción, Qin Jun continuó—: Aparte de la decocción, el abuelo Zhu tiene que regresar una vez al mes para su chequeo y exámenes médicos de la medicina occidental de rutina deben continuar. También necesitará diagnósticos por el pulso de MTC. Cuando tomen su pulso, vigilen su pulso profundo y su pulso lleno. Si sus síntomas mejoran, pueden reducir la dosis de medicamento de manera apropiada. —Al terminar de hablar se volteó hacia los pocos médicos de MTC presentes—. ¿Tomaron nota de todo lo que dije?
—Sí, tomamos nota. —En ese momento, los renombrados médicos de MTC parecían un grupo de estudiantes de primaria frente a Qin Jun mientras él empacaba sus cosas y las echaba al hombro.
—Ya me voy, tío Zhu. Después vendré a visitarte. —Con eso de despidió Qin Jun.
—¡Oye! Joven doctor… —Justo cuando Zhu Yong quiso detener a Qin Jun para hacerle un par de preguntas, El anciano señor Zhu comenzó a toser y a mostrar signos de conciencia, por lo que este se apresuró al lado de su padre.
Por otra parte, Liu Bufan estaba de pie con el rostro completamente rojo. Había llamado mocoso y charlatán al joven; además de declarar de manera anticipada que, si él no podría curarlo, nadie más podría hacerlo. Sin embargo, el joven llegó, aplicó acupresión, terapia de ventosa y acupuntura. ¡El paciente regresó a la vida en menos de diez minutos!
Lo más insultante fue que Qin Jun no lo miró ni dijo nada sarcástico durante todo el proceso y tampoco al marcharse, dejando en claro que él no significó nada para el joven, aunque se veía a sí mismo como una eminencia. Liu Bufan sentía que había sido abofeteado fuertemente, así como humillado por completo, su rostro ardía y en ese momento solo quería que la tierra se lo tragara.