Capítulo 2515 Matarlos
Qin Chi, desprovisto de cualquier arma al principio, exhibió una ferocidad que no era nada menos que extraordinaria. Con un movimiento sin esfuerzo, arrebató una lanza de la mano de un adversario, la fuerza de su acción dejando la mano del oponente resbaladiza con sangre.
Una poderosa patada de Qin Chi envió al hombre estrellándose contra el suelo, y con un golpe preciso y enérgico en la garganta, puso fin a la vida del hombre. El sonido del hueso hioides del hombre salvaje rompiéndose resonó de manera escalofriante, encendiendo una furia dentro de los demás que era incontrolable.
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