Capítulo 36 Intenciones oscuras

El Sr. Long se apresuró a entregarle a Qin Jun una preciada botella de licor Maotai a pesar que sería usado solo como desinfectante y para limpiar heridas. A fin de cuentas, no encontrarían alcohol barato en la casa de Duan Baodong. Qin Jun tampoco sería exigente ya que el Maotai era bastante fino, excelente para el tratamiento de lesiones. Abrió la botella y vertió un poco de licor en sus palmas, frotándolas con vehemencia. Después, encendió un fósforo y prendió fuego a sus manos con un fuerte golpe. Qin Jun se frotó las manos con el alcohol ardiendo, aumentando así con rapidez la temperatura. A pesar de tener las manos envueltas en llamas, lo más impresionante es que Qin Jun no mostró ningún signo de quemaduras. Con llamas en las palmas de sus manos, comenzó a realizar masajes médicos tradicionales chinos a Duan Baodong. Las manos de Qin Jun actuaron aprisa incluso teniendo fuego ardiente, recorriendo el cuerpo de su paciente, el cual estaba completamente ileso. Después de un minuto más o menos, la piel de Duan se volvió de tonos rojizos con toques púrpuras, como si hubiera recibido una tremenda paliza. El fuego se apagó en cuanto el alcohol en las manos de Qin Jun se había consumido con los últimos rastros ardiendo en las yemas de sus dedos; después, estiró los dedos para tocar el surco nasolabial de su paciente, deslizándolos por su piel hasta que el resto del fuego desapareció por completo y entonces un enfermizo olor a alcohol impregnó la habitación.