El sublime y solemne allegro fue interpretado de forma hermosa, con un ritmo fluctuante que era una combinación de débil y fuerte. La interpretación era sobresaliente. Era innegable que se trataba de una interpretación exitosa. El intérprete había sumergido su profundidad artística y su emoción en su actuación.
Mientras el público estaba fascinado por la vibrante actuación, a Gregory, en cambio, no le atraía en absoluto el sonido del piano. De seguro era porque estaba ansioso por ver a Tessa. Después de escuchar un rato, no pudo evitar saltar de la silla y trotar hacia Nicholas. Luego, tiró de sus pantalones y preguntó:
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