Tessa volvió a pensar. Bueno, ella era atea, así que no creía en Dios, y mucho menos en espíritus y fantasmas, por lo que no les tenía ningún miedo. Ahora que había dado con una unidad tan buena, ¿por qué iba a molestarse en buscar otras opciones?
Además, había edificios de oficinas cerca de ese lugar. Si Timothy quería crear una empresa en el futuro, también podría instalarse allí. Ir y volver del trabajo también sería mucho más cómodo. Así que no lo pensó más y se decidió:
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