Capítulo 1158 No le dije que se disculpara
Era evidente que Waylon no tenía intención de entablar conversación con ella en absoluto. Para él, ella era como el aire que respiraba, completamente ignorada.
Doris sintió que sus mejillas se ponían rojas de vergüenza. Se reprendió a sí misma por no estar a la altura de sus propias expectativas. ¿Por qué encontrarse con Waylon se sentía como un ratón encontrándose con un gato? No le debía nada, y no había necesidad de explicarse ante él. Después de todo, ¿quién era él para ella?
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