Capítulo 839 Visión recuperada
—... Abel tenía miedo de que pensaras demasiado, así que hizo todo lo posible —dijo Gonzalo—: Es solo que este niño es demasiado audaz, no puede actuar así cuando está envenenado, es más incómodo que morir, así que solo pude sellar sus puntos de acupuntura, dejarlo dormir así y no se despertará hasta que el veneno en su cuerpo disminuya...
—¿Qué hacer después de eso? —Emma levantó los ojos llorosos—: ¿Tengo que separarme de Abel?
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