Adán frunció el ceño mientras miraba los titulares de las noticias en su teléfono.
«¿Emma ha sido secuestrada? ¿Otra vez? ¿Están Alana y Elvira implicadas en su desaparición esta vez? Recibí una severa advertencia de Abel la última vez que ocurrió algo parecido. No puedo quedarme aquí sin hacer nada. Abel podría aparecer en mi puerta en cualquier momento para interrogarme sobre la desaparición de Emma. ¡Necesito averiguar con seguridad si esas dos están involucradas en esto!».
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