Capítulo 131 No nos separemos
Media hora más tarde, el Rolls-Royce de Abel se ubicó en el estacionamiento situado frente a la cafetería. Abel salió del auto. Se sintió frustrado mientras veía el edificio de enfrente. Solo habían pasado unos días, pero Emma ya había llevado a Benjamín a casa.
«¡Está ocupando mi lugar! En especial el jardín de la azotea. ¡Yo invertí tanto esfuerzo en él! No lo hice yo, ¡pero fue idea mía! ¿Cómo se atreve Benjamín a usar mi jardín para coquetear con Emma?».
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