El rostro y la voz de Su Luoli eran muy serios. Aunque ayudó a Mu Ranzheng la última vez para ocultar el hecho de que Li Qinqin se estaba quedando en su casa, eso no significaba que aceptaría que estuvieran juntos, especialmente después de lo que Li Qinqin hizo para seducir a Wen Qingmu. Hasta ahora, ella todavía no podía olvidarlo.
—¿De qué estás hablando? ¿Quién dijo que estoy con ella?
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