Xu Xingru no esperaba que las cosas hubieran cambiado tan drásticamente desde que conoció a Su Luoli hace unos meses. Gracias a su aguda mirada, percibió de inmediato que algo estaba raro cuando la vio entrar en su despacho con ropa holgada.
—Luoli, ha pasado mucho tiempo, no viniste a la compañía para decirme que estás embarazada, ¿verdad? —bajó la voz a propósito. Aunque se trataba de su compañía, no quería que se difundiera la noticia del embarazo de Su Luoli; esto se debía a que incluso las celebridades de la misma empresa competían entre sí.
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