Capítulo 52 Sin importar qué, no había manera de impedirlo

Su Luoli quería irse pero la voz le dio escalofríos y se estremeció. Volteó con una sonrisa leve y vio a la pareja feliz a la que todos felicitaban. Murong Yi vestía un traje negro y su expresión era seria; como siempre. Su Ruoyun tenía un vestido blanco que brillaba tanto hasta dejarte ciego. —¿Ya te vas, hermanita? No has bebido con nosotros aún, ¿te irás? —Su Ruoyun sonrió pretendiendo ser la mujer perfecta.