Cada Año Nuevo Chino, Murong Yi y Su Ruoyun regresaban a la casa de la familia Murong. Desde que Su Ruoyun se había vuelto tan popular y le iba bien en sus negocios, se había vuelto una gran influencia para la familia Murong. Sin embargo, este año fue diferente por completo. Su Ruoyun siempre se había encargado de llevarles regalos a la familia de su esposo durante las festividades y era muy generosa con ellos. Les daba regalos muy caros y esta vez no fue la excepción: a Lin Qingfeng le regaló suplementos nutritivos muy caros, a su suegro le dio una cazuela de arcilla hermosa y a su cuñada le compró maquillaje de marcas internacionales de lujo.
—Madre, he estado muy ocupada estos días y no he podido comprar regalos. Por favor, perdóneme por darle algo tan sencillo.
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