—Ya que te la llevaste debiste haberla tratado bien. ¡¿Por qué te metiste con otras mujeres?! Si no la hubieras tratado de esa manera no habría perdido a su primer hijo y si la Familia Su no hubiera insistido en tener un hijo, ¡Jianmo no se habría enfermado tanto! —Huo Yulong rugió a Su Kun—¡Todo esto es por tu culpa, monstruo! Incluso decir que eres un monstruo es un insulto para todos los monstruos!
—¿Cómo puedes culparme a mí? ¿Cómo puedes culparme por su incapacidad de concebir un hijo? ¿Cómo puedes culparme por su aborto involuntario? —La respuesta de Su Kun hizo que Huo Yulong se enfureciera aún más, la ira corría por sus venas, y golpeó a Su Kun en el puente de la nariz con su puño.
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