Un vampiro podía estar varios días sin comer y no afectaría a su cuerpo. Wen Qingmu, quien era un híbrido de vampiro y humano, podía aguantar sin comer; pero ya habían pasado cuatro días y seguía atado al árbol con su cabeza agachada sin haber dicho ni una sola palabra. Los primeros dos días, aún se le podía escuchar gritando mientras discutía con Wen Hao, pero en el tercer y cuarto día, ya lucía apático. Al observar esto, Mu Zhixuan corrió hacia el árbol.
—¡Qingmu! ¡Qingmu! ¿Estás bien?
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