Al escuchar esto, Su Luoli hizo una mueca. Se suponía que en esta situación él debía decir que ella no era fea para nada y que siempre sería la mujer más hermosa para él. Aunque ella sabía lo fea que lucía, no era aceptable cuando Wen Qingmu lo decía.
—¡No te burles! ¡Todo es tu culpa!
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread