«Te preparé caldo de pollo con arroz, ya debería estar listo para cuando despiertes. Estará en el suelo junto a la nevera, y no olvides cerrar con seguro cuando te vayas. Te quiero»
Wen Qingmu ya no se sentía cansado después de leer la nota, incluso su ceño fruncido desapareció al leer «te quiero»; la tomó y la guardó consigo. A un costado de la pequeña nevera estaba una olla portátil conectada a la electricidad, podía sentir el delicioso aroma del caldo entrar por su nariz. Debido a que aún quedaban muchas escenas por grabar en ese lugar, Su Luoli le había pedido a Lu Weiran que le comprara una olla portátil para ella poder cocinar su propia comida. Wen Qingmu la desconectó y notó que había un plato y una cuchara a un lado, parecía que había pasado mucho tiempo desde la última vez que comió de su comida. Después de llenarse, organizó sus cosas y se preparó para irse.
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