Esa tarde Su Luoli le envió un mensaje por WeChat a Wen Qingmu preguntándole qué es lo que quería cenar. Él le contestó que no tenía preferencia alguna, así que ella podía cocinar lo que quisiera. Su Luoli se esforzó en llenar la mesa de platillos junto con la ayuda de la señora Fang. Wen Qingmu regresó a casa y vio la mesa llena de comida, la descripción entusiasta de cada platillo que le daba Su Luoli y su insistencia en pasarle la comida lo llevó a pensar que tramaba algo. Después de cenar se fue al estudio, Su Luoli entró con una bandeja y cuando la miró, ella sonrió nerviosa.
—¿Te gustan las galletas? Hice de chocolate y matcha solo para ti, también hice yogurt de vino rojo; seguí la receta en internet. No está tan mal, pruébalo.
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