Su Luoli reaccionó y toda su cara estaba sonrojada escondiéndose bajo la cobija; ¡qué vergüenza! Anoche ellos habían... ¡qué horror! Este hombre era terrible. Wen Qingmu jaló la cobija descubriendo el rostro de Su Luoli.
—Estás desnuda, si no te levantas voy a...
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