Capítulo 366 No ensuciaré mi mano
—Yo... sólo quiero que Camilo me perdone. No quiero que me envíe más a Alendor y deje que otros me opriman —murmuró Elsa.
—No me ensuciaré las manos —en ese momento, Camilo había bajado las escaleras y miraba sin emoción a Elsa, quien permanecía arrodillada en el suelo—. Todo lo que has sufrido en el pasado no es más que el resultado de suposiciones negativas.
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