Capítulo 127 Cita a ciegas sorpresa
La puerta principal se abrió estrepitosamente y Guillermo entró con rapidez, sujetando a Matilda del brazo por reflejo y arrastrándola hacia el interior. En todos sus años de servicio, era la primera vez que veía a alguien lanzarse a los brazos de un policía de esa manera. «Si todas las víctimas del mundo fueran como Cintia y su grupo», pensó mientras suspiraba, «quizá no harían falta policías como yo».
Después de que se llevaran a Matilda, Cintia dirigió su atención hacia Camilo.
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