Capítulo 455 Una noche de insomnio

—Cleo... En verdad no me harías esto, ¿verdad? ¡No, por favor! ¡No podré dormir nada esta noche! —exclamó Armando. Clotilde no respondió, lo que hizo que Armando se sintiera un poco ansioso—. Cleo, te lo ruego. ¿Puedes desatarme, por favor? Te prometo que no te haré sufrir. Te abrazaré mientras duermo. ¡En absoluto no haré nada más! —Armando quería abrazarla y ver cómo iban las cosas a partir de ahí. Esperó atento la respuesta de Clotilde, pero al cabo de un rato, lo único que escuchó fue su respiración constante. Estaba en verdad agotada, logrando dormir incluso en medio del ruido de Armando. En este punto, Armando estaba en verdad al borde de las lágrimas.