Capítulo 110 Marina es la comidilla de la ciudad
Le seguían Helena y Camila, que dejaron bastante claro que su visita no era simplemente para «ver cómo estaban los enfermos».
Clotilde sintió el impulso de hablar, pero el agudo dolor que sentía en la garganta le impidió pronunciar palabra alguna. No pudo hacer otra cosa que escuchar con atención el tono castigador de Benedicto.
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